Levanto el teléfono
y cierro los ojos, pidiendo que estes
miro al lado, saludo a mi sombra
juntas entonamos una oración...contestas
y yo casi llorando, solo sé decir, que te amo
que te echo de menos y que un regalo, tengo para ti.
Tú dices que sí que también me amas y que me recuerdas
pongo otra moneda, una de más, para ver si me quieres otro poquito
y sigo diciendo que te amo, y te recuerdo,
y que lloro en silencio, entre las araucarias
te cuento, del reencuentro con el agua
y te relato largas tormentas, como ausencias tutas.
La comunicación, no es perfecta
pues nunca me dices, te amo,
pero comprendo, que tal vez no estes solo
hecho la última moneda
vuelvo a decir, te amo, pero ahora las lágrimas
me traicionan..."y tú, me cuelgas,"
quizás pensando, que también me amas.
Esa duda del amor, "quizás pensando, que también me amas..". Grato leerte. Un abrazo.
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