Y al final siempre hay luz y está el verano invencible esperándote.
Es cuestión de abrir el corazón, correr riesgos y tener curiosidad por el mundo.
seguirá su curso, pero también permanecerá inconsolable
y nunca encontraremos un sustituto.
No importa lo que suceda, no importa lo que hagamos,
el dolor siempre está ahí. Y así es como debería ser.
Es la única forma de perpetuar aquel cariño que no queremos abandonar”.