miércoles, 15 de diciembre de 2010

la hora de mi cordura

Amor mio, en la hora más clara de mi día
primaveral ,vuelven tus pasos, como ramas que
mueve el viento, te sumerges en lo más profundo
de mi raíz y me nutres, desarmando mi muerte
mojando con tu alba, el fondo de mi vida.
Es la hora de no pensar en los lamentos.
Vendrá luego la aurora limpia de esqueletos
con su libre albeldrío.
Me desbisto ahora, manteniendo la locura
cada día una prenda, cada día un recuerdo
hasta llegar a la cordura.

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