clausurando portones maltrechos
pero siempre queda una rendija
náufraga y distraída a punto de abrirse
trato de inventarme de nuevo
quedando sola en el gran parque,
añoso de tristezas, pero cada tiempo, tiene su lugar
con su propuesta incalculable de futuros
inalcanzables.
A mis espaldas ,el cielo ceniciento, como siempre me persigue
propenso a lo indeciso, en su apariencia inesperada...tal como
aquella vez, cuando apareciste....
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