martes, 24 de febrero de 2009

Tempestades íntimas

Son como las palabras del silencio,proliferando el mundo de mi mundo
en planos de evadido sortilegio,mis redes ,son las redes del misterio
soy visitante azul de tus orillas,donde viven sin tiempo
tus palabras como estrellas.
Para mi red de mares insondables,maduro peces que no esperan
en ráfagas de viento huracanado,como los impulsivos
grandes vientos,que lamen y relamen las montañas
las pulverizan contra los alcantilados, salen de las
cuevas atemorizados, los peces y moluscos
mas hambrientos, devoran todo, o son devorados
por seres mas potentes y vienen especies más gigantes
que van a la defensiva de voracidad acrecentada
realizando en el mar un largo crucero
de millones de peces en unión colectiva
integrando cardúmenes ligeros.
El dios de los abismos le da movimiento al mar,
mi bitácora íntima, registra esta jornada
que superó experiencias en mis vidas pasadas
en disfrazados rumbos del destino
aún quedan ojos abiertos como piratas sanguinarios,
enjambre de peces atacan mis navíos,
ahora también me quieren devorar
casi indiferente mi espiritu presencia este fín...triste fin
ahora quedo reducida a una substancia astral
ya transparente, ligeramente luminosa
como reflejo de una pesadilla,
convertida en fantasma de mi misma.
Hace poco lo confieso, yo admiraba mis ojos alegres y sonrrientes
inclinada al borde de mi nave era presa de fuerza,
amor y coraje, nada amenazaba mi existencia
era amada y respetada por mi tripulación.
Ha sido desigual esta batalla
con los peces hambrientos
llegan como frutas maduras de la muerte
y yo ..."ilusa", con canciones románticas
ante la tempestad, quise dominar los elementos
allí quedó el atardecer a la deriva,
en el más alto cielo, quedo luminoso
estampado como rey oceánico
en el mar coralino,
que gozan en el reservado abismo
de sus dormidas catedrales.
Sigilosos corales arquitectos a traves del tiempo
confiaron a los mares sus proyectos
sobre el oculto espacio submarino.
En el silencio enrarecido, se alimenta
la vida con la vida
y en la voracidad del tiempo sin orillas
trnscurre en peregrinoso enjambre
el lenguaje de dientes y tentáculos
atormentando la paz del mundo.

3 comentarios:

  1. Es para mí la muerte sigilosa bajo las aguas de un mundo que asfixia, que ahoga.

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  2. Me gusta ese juego poético de comparar las tempestades interiores, con las que genera el mar. Saludos.

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  3. Me gusta mucho tu blog, primera ves que lo veo...Felicidades!!!

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